viernes, 13 de abril de 2012

Dejada fuera

Teresa MacBain era pastora de una iglesia metodista en Florida, Estados Unidos. El 26 de marzo pasado “salió del closet” declarándose atea en una conferencia organizada por American Atheists. Fue la conclusión de un largo proceso de ocultamiento, como el que padecen muchos otros pastores y sacerdotes, algunos de ellos congregados para brindarse ayuda mutua en el Clergy Project, una comunidad de clérigos no creyentes que no pueden o no han logrado todavía “salir del closet” y asumir su pérdida de fe ante sus congregaciones (lo cual les puede significar mucho daño personal, social y económico). Lo que sigue es traducción de lo que MacBain escribió después, sobre las repercusiones de su “salida”, y que fue publicado en el sitio de la Fundación Richard Dawkins.
He servido como ministra de la iglesia durante muchos años. En esos años he buscado proclamar el mensaje de la Biblia con integridad y servir a las necesidades de mi congregación con amor y compasión. Incluso cuando mi fe empezó a tambalearse, seguí ministrando y predicando las doctrinas de la congregación a la que servía. Sentía que debía proclamar la teología con integridad, lo que significaba ser fiel a las enseñanzas de la Biblia en mis sermones. Y sin embargo, cuando las noticias de mi apartamiento de la fe llegaron a mi congregación, inmediatamente me cerraron la puerta de la iglesia. Creo que de todos los comentarios negativos y los mensajes de odio que recibí, ésta fue la acción que más me lastimó. ¿Qué pensaron que ocurriría ahora que yo había declarado que no creo más? Presumo, dadas las puertas cerradas con llave, que sintieron que todos los ateos debemos ser ladrones. La idea de que podría escabullirme por la noche, llegar a las puertas de la iglesia y salir corriendo con todos los objetos de valor que hay dentro es absolutamente reprobable. Si quisiera robarles todo, tuve más oportunidades mientras servía en la iglesia como su pastora. Podría fácilmente haber tomado algo por aquí y algo por allá cada día mientras trabajaba entre la gente.

Recuerden: éstas son las mismas personas con las que pasé horas en un hospital, en casas de retiro, o aconsejándoles en mi oficina en momentos de gran angustia… y ahora me dejan encerrada fuera como una criminal común. Quizá sintieron que sus hijos no estarían más seguros con esta infiel sin dios. Ahora entiendo cómo es que muchos que ya no creen pueden estar tan enojados con la religión. Hasta que salí del closet, entendía el enojo hasta un cierto punto, pero ahora yo siento el mismo enojo ante las acciones de aquéllos que afirman vivir una vida de “amor y gracia”. Las palabras de 1 Corintios 13 resuenan en mis oídos: “Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.” Parada frente a las puertas cerradas de la iglesia, me doy cuenta de que son simples palabras desprovistas de significado. No me malentiendan: no odio a la gente, odio las acciones basadas en el prejuicio y la intolerancia. (…)

Dejada fuera por aquéllos que me llamaban amiga. Dejada fuera por aquéllos a quienes gentilmente ofrecí el mensaje del amor de Cristo en forma de perdón y misericordia. Dejada fuera, demonizada, odiada y vilipendiada por las mismas personas que se llaman a sí mismas creyentes en “el camino, la verdad y la vida”. Con todo lo que me preparé para las consecuencias de salir del closet, nunca esperé ver las cadenas del odio colgando de las puertas de la compasión.
Éste es el video de MacBain admitiendo su ateísmo:

7 comentarios:

  1. Es bastante simple, la religion no fomenta el amor, si no el odio.

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  2. ¡No te pases! ¡La comadre renuncia y quiere seguir teniendo el acceso ilimitado que antes tenía! Aquí no veo odio sino sentido común. Si renuncias a una empresa te piden tu fotocheck, tu computador, las llaves y todo lo que la empresa te dio, te cambian las contraseñas o eliminan tu user. Esa dama quiere seguir teniendo todo a lo que renunció. Yo creo que no es por miedo a que se robe algo sino por coherencia básica, si renuncias a esta familia no pidas acceso ilimitado a la casa ¡No te pases!

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  3. No es extraño. Tienen una visión tan negativa de los ateos que los ven como delincuentes en potencia. Lo que me sorprendes el optimismo inicial de esta señora hasta que chocó contra las puertas cerradas del fanatismo.

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  4. Tus palabras dan a entender que concibes a una iglesia no como una congregación espiritual sino una empresa comercial. Y lo más probable es que tengas razón…

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  5. Ademas no solo le cerraron la puerta de la iglesia, le negaron el simple trato humano. No se puede defender lo indefendible, jdavalosp.
    Igualmente, esta mujer, de que se sorprende? De que para estos creyentes las buenas acciones no sean un fin sino un medio? Que viven de apariencias para ser aceptados en su grupito social? Eso hace rato que lo venimos diciendo los malvados ateos, pero la gente se ofende.
    Ahora, ademas de ser descreida, esta mujer debe aprender a no ser ingenua. Pero su dolor ante la ingratitud es entendible.

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  6. Tu analogia es inutil y hasta ridicula. Lo siento, pero es la verdad. No puedes comparar a una comunidad reunida "en nombre del amor al projimo" con una empresa. Si, es verdad que luego de que dejes a una empresa ya no sera lo mismo. Pero esto no justifica que pase en una comunidad. O acaso luego de que te mudas de un barrio ya no te permiten volver a el? No, verdad? Y lo mejor de todo es que con esa accion demuestran su hipocresia, ya que rechazan al "ateo" pero le dan la bienvenida al "no creyente(o impio)" siendo los 2 la misma cosa: Personas sin creencias en dios. Y la cosa se pone aun mejor, ya que a los cristianos les encanta usar la parabola del hijo prodigo para hablar del amor y arrepentimiento. Cuanta hipocresia ¬_¬

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