miércoles, 5 de octubre de 2011

Muerte digna en el Congreso argentino (I)

El diputado nacional Jorge Rivas ha presentado en el congreso argentino un proyecto de ley que incorpora el derecho a una muerte digna y al testamento vital. Según reporta el portal Noticias Congreso Nacional,
El proyecto de Rivas establece que sea “derecho del paciente enfermo en situación terminal, estado irreversible o de agonía a tomar una decisión autónoma y a recibir cuidados paliativos integrales y un adecuado tratamiento del dolor en el proceso de muerte”. 
El de Rivas parece ser (no lo he leído) un auténtico proyecto de muerte digna, que contempla el derecho básico de cada persona a decidir sobre el final de su propia vida. Rivas, que estuvo entre la vida y la muerte durante meses luego de ser golpeado brutalmente en 2008 y quedó cuadriplégico y sin habla, se comprometió a presentarlo luego de conversar con la madre de Camila Herbón, una niña que se encuentra en estado vegetativo persistente y a la que no le permiten morir.


Ni lerda ni perezosa, la Sociedad Argentina de Ética Médica y Biológica (SAEMB), una fachada apenas opaca de la Iglesia Católica, se pronunció sobre el tema de la muerte digna, repitiendo la parte relevante de la doctrina que pasa por “ética” entre los fieles: todo lo que se haga para mantener vivo un cuerpo humano, siempre que no implique medios “sofisticados, extraordinarios, experimentales, caros, desproporcionados, excepcionales”, es obligatorio. Si el cuerpo del paciente no muere, hay que seguir alimentándolo y encargándose de que respire indefinidamente. Nótese que hablo de “cuerpo” porque para esta gente un cuerpo sin actividad cerebral detectable durante años sigue siendo una persona, aunque según casi cualquier criterio razonable, es evidente que ya no lo es (y esto, me parece, debería ser más claro todavía para quienes creen que la consciencia y la personalidad residen en un espíritu, separado del cuerpo físico).

En el Congreso de la Nación hay en este momento (contando el de Rivas) doce proyectos relacionados con la muerte digna y los cuidados paliativos, cinco en el Senado y siete en la Cámara de Diputados. Los del Senado tienen el punto curioso de que casi todos ellos fueron presentados por legisladores de derecha; el más curioso es de la autoría de Liliana Negre de Alonso, la senadora del Opus Dei que durante meses intentó embarrar el debate de la ley de matrimonio para personas del mismo sexo. Lo curioso se esfuma con rapidez en cuanto uno lee el proyecto… De eso hablaré en un artículo posterior.

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