miércoles, 14 de septiembre de 2011

III Congreso de Ateísmo, día 1, parte 1

El III Congreso Nacional de Ateísmo comenzó el viernes 9 de septiembre a eso de las cuatro de la tarde. Como yo ya estaba ahí un rato antes, aproveché la oportunidad para ir a molestar al Ing. Fernando Lozada y al Dr. Alberto de la Torre, presidente y vice (respectivamente) de Ateos Mar del Plata, a los que les pregunté qué esperaban del Congreso. Al Dr. de la Torre le consulté también por su reciente participación en el programa El Debate, ciclo de la TV Pública que dirigió Adrián Paenza (el programa en cuestión, en el que se habló de la necesidad de las religiones, está disponible en YouTube). El audio es bastante malo (grabé con un celular y con mucho ruido ambiente a mi alrededor) pero aquí se los dejo.


Previa amenización musical a cargo del grupo Clericot, y luego de leer una lista de entidades adherentes, el Dr. de la Torre explicó el origen de la asociación Ateos Mar del Plata y de los congresos. Todo empezó, contó, cuando Fernando Lozada le propuso dar charlas sobre ciencia y religión. El primer Congreso se organizó cuando todavía AMdP no existía; se formó luego de eso como continuidad natural del grupo que se había formado en torno al evento. Luego vino la conformación formal del grupo como asociación civil, con personería jurídica.

Continuó la introducción Fernando Lozada, hablando sobre el proyecto de estado laico que existió en Argentina luego de la Revolución de Mayo, con la ruptura de los yugos gemelos de la Iglesia y de la Corona española, y que fue combatido a cada paso por los elementos reaccionarios hasta ser truncado por el golpe militar de 1943, a partir del cual tuvo origen el mito de Argentina como nación católica (abonado por intelectuales como Hugo Wast).

Dr. Alfredo Grande
La primera ponencia del programa estuvo a cargo del Dr. Alfredo Grande, psiquiatra y psicoanalista. Explicó que la existencia de Dios no es en sí un problema importante, sino el debate sobre la idea o concepto que de Dios tenemos tanto los creyentes como los no creyentes. Debemos distinguir entre la mera creencia, que no tiene efectos en el mundo, y la acción que proviene de las creencias y que logra cambiar el mundo: la praxis transformadora. Construimos nuestro sujeto (y de ahí nuestra sociedad) sobre una idea que en nuestra cultura es la de un Dios creador, rector, organizador. El teísmo es una construcción donde predominan los mandatos: es una creencia en algo exterior al sujeto, que es impuesto (se debe creer en él) y que se articula a través de una familia jerárquica y patriarcal, además de reflejarse en lo que Freud llamó “masas artificiales” (la Iglesia, el Ejército, etc.). Mientras el pensamiento ateo no tiene referencia exterior y se permite convicciones modificables, el pensamiento teísta presenta certezas incambiables, que sólo pueden sostenerse a través de la negación de las opiniones y que conforman delirios. Estos delirios pueden combatirse porque tienen un núcleo de verdad, que en el caso de la religión es el desamparo: algo que todos sufrimos, sin excepción, ya que estamos desamparados ante la muerte, además de muchas otras cosas. El teísmo reaccionario ofrece un antídoto a ese desamparo, y la cultura dominante ayuda, ya que en vez de buscar eliminar el desamparo, lo empeora, para poder ofrecer luego formar de zafar de él.

El deseo, sostiene Grande, es enemigo del teísmo reaccionario porque es impredecible. No puede responder a mandatos, porque es imposible desear obligatoriamente todos los días lo mismo. En este sentido la institución matrimonial (civil o religiosa) es una forma de teísmo, e incluso el estado es una estructura reaccionaria, que construye mandatos. Grande acepta que el estado laico es mucho mejor que el teocrático, pero mantiene que se debe debatir su rol con el fin de eliminarlo, no desde la derecha política, como tradicionalmente se ha hecho, sino desde la izquierda.

En la siguiente entrega continúo con la reseña del primer día del Congreso.

7 comentarios:

  1. Un congreso de ateísmo es  necesario y algo de lo que hay que congratularse, pero los organizadores tendrían  que elegir mejor a los ponentes. Considero que  el ateo  no debe  limitarse a ser un   ateo de definición de  diccionario que  "niega a dios", si no que debe además ejercer   como racionalista militante, por lo que seudociencias como el psicoanálisis no deberían tener cabida en eventos organizados por ateos.

    Aun me duele uno de los invitados del año pasado, cuando dijo que Dawkins,  Dennett  y los "nuevos ateos" eran ateos dogmáticos porque se llamaban a sí mismos  "Iluminatis", confundiendo a ese grupo  de la época de la revolución francesa que  protagoniza las  novelas de Daw Brown y muchas teorías de la conspiración, con el movimiento "bright", que Dawkins ha apoyado y difundido aunque no lo  ha creado.  Si quieres hacer una crítica a Dawkins, bien,  pero  al menos  hazlo sabiendo de que hablas.

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  2. Diagoras: desconozco el criterio de elección de los ponentes, pero supongo que los organizadores no han querido (ni podían) elegir a personas que pensaran igual que ellos en todos los sentidos. El Congreso invitó a personas a hablar de laicidad desde sus distintos puntos de vista.

    En cuanto al ateísmo, estoy totalmente en desacuerdo con tu postura, no porque no apoye el racionalismo o el escepticismo militantes, sino porque no creo que sirva plantear a los demás un “deber ser” imposible de alcanzar (la homogeneidad de un movimiento como el del laicismo, que es aún más diverso que el ateísmo). Soy muy consciente de que el psicoanálisis es una pseudociencia y la presentación del Dr. Grande como psicoanalista me hizo ruido, pero no tanto como para no poder apreciar algunos de sus argumentos, especialmente siendo que no se planteaban como certezas sino como posturas subjetivas, imágenes, si se quiere, destinadas a transmitir un mensaje que no tenía nada que ver con las familiares y falaces categorías míticas freudianas.

    Recuerdo la ponencia del año pasado a la que te referís, la que habló de los “nuevos ateos”. Fue la charla de Diego Golombek, que excepto por esa estupidez mayúscula me pareció la mejor. Me gustaría haber podido charlar con Golombek para aclarar ese punto. Es un hecho que no podemos, por ser ateos, estar de acuerdo con todo lo que otros ateos dicen; si así fuera no tendría gracia ir a un Congreso como éste, ni siquiera organizar uno.

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  3. Me cuesta creer que estés en desacuerdo cuando tienes un blog, un podcas y participas en otro, en los que se ejerce el ateismo militante. 

    No se trata de que todos los ateos deban pensar igual, ni de obligar a nadie a pensar de una forma concreta, pero una persona que sin creer en dios crea en almas,  duendes,  hadas,  poderes paranormales, astrología, tarot, etc. o incluso  que sea un fundamentalista político  ¿Podemos decir que es ateo? Según el sentido literal y el que aparece en el diccionario sí, pero no deja de ser una persona religiosa,   si entendemos religión como  "hierofanía" que decía Mircea Eliade, o sea aquello que pone en contacto al hombre con lo "sagrado",  entendiendo "sagrado" lo que se contrapone a "profano",  y no necesariamente como un dios deista o teista, y en esa categoría entrarían tanto seres y poderes sobrenaturales como en algunos casos radicales,   ideas sobre la "patria" o el "partido".

    Por eso que creo que  el ateísmo organizado, debería evitar en lo posible promover las seudociencias.

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  4. Diagoras: aunque te cueste creerlo, así es. Entiendo perfectamente lo que estás diciendo pero estoy totalmente en desacuerdo con ampliar la definición de "ateísmo". Eso haría inútil la palabra, porque está claro que muchos ateos no son racionalistas, o no son escépticos en forma consistente. Eso es lo que yo desearía y es una de las cosas por las que lucho, pero no es la realidad sino un ideal. Si expulsáramos real o simbólicamente del "movimiento ateo" a todos los que creen en el psicoanálisis, la patria, el partido X o la ideología Y, no sé cuánta gente quedaría (y en esto me incluyo).
    No veo que el Congreso de Ateísmo haya promovido la pseudociencia por haber invitado a un psicoanalista. Grande habló desde una interpretación muy personal del psicoanálisis, creo yo, más parecida a una elucubración literaria sobre la historia y la sociología que a una disertación científica. Visto así, no me pareció mal. Me reservo el derecho, como en todo, de investigar lo que dijo, criticarlo y ver si realmente se puede aprender algo de ello.

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  5. Que cosa rara esto del fundamentalismo ateo-racionalista. Parece que no nos conformamos con ser pocos, sino que buscamos ser menos aún apelando al viejo truco del "verdadero escocés".

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  6. me
    parece que hay que aclarar primero que entendemos por pseudociencias. Si yo
    trato de legitimar algo como científico, sin recurrir al método científico, o
    altero sus resultados, puedo considerarlo una pseudociencia. Creo que se
    incurre en un erro conceptual al considerar al psicoanálisis como una
    pseudociencia, por las siguientes razones: Freud desarrollo estas teorías
    basadas en teorías científicas, en la neurología primero, con la hipnosis
    luego, y con la cura "por la palabra" (perdón por el resumen exagerado),
    cualquier neurocientifico sabe hoy en día que la palabra cura por las
    modificaciones que produce en la plasticidad neuronal, y las repercusiones que
    esta tienen el sistema neuroendocrinoinmunologico, por hablar de solo una rama.
    Los postulados de Freud tenemos que verlos en su contexto, nada se sabía todavía
    de la sinapsis, de la genética, de los estudios de Ramón y Cajal, por decir
    algo...y Freud sabia de estas limitaciones, por eso siempre dejo la puerta
    abierta a la investigación.


     


    No todo el saber humano puede reducirse o incluirse
    en un laboratorio con ratas, o traducirse a números o apoyarse en la biología,
    esto lo saben bien quienes estudian las ciencias humanas, y la psicología en
    particular estudia el ser humano desde una perspectiva social y biológica,
    cabalgando en ambos campos. Freud se baso en estudios principalmente antropológicos,
    etnológicos, y médicos, pero era el siglo XIX y principios del XX, es como
    criticar hoy en día los postulados de Aristóteles acerca del ser humano en Ética
    a Nicomaco, está bien que ese libro ya no sirve para entender las emociones
    humanas y su conducta, pero queda en la historia como uno de los primeros
    ensayos para estudiar y comprender al hombre en forma racional, y los aportes
    de Freud se estudian hoy en día en la neurociencia también... y quienes nos especializamos
    en neurociencia sabemos de los imprescindibles aportes de Freud al
    entendimiento humano mas allá de las limitaciones de su época...aportes
    fundamentales como la sexualidad infantil, el determinismo del inconsciente, el
    peso de la cura por la palabra, las huellas mnémicas, etc, etc, (validados con
    estudios de RMF y principalmente los estudios de E. Kandel)son conceptos
    fundamentales, tal vez algunos errados en su explicación, si, pero probablemente
    como toda la ciencia, también dentro de 100 anos las explicaciones que damos
    los neurocientificos sean herradas (espero que así sea, ya que significara que
    seguimos aprendiendo y evolucionando).


     


    Otro tema muy distinto son muchos psicoanalistas
    que se aferran a una postura cuasi religiosa a los libros de Freud, ese es otro
    tema, que en todo caso no es Freud, sino algunos psicoanalistas. También
    podemos hacer una "religión" con la ciencia...


     


    Bueno, un pequeño aporte, y coincido con lo
    publicado, ser ateo no es pertenecer a un grupo, no es pensar igual o leer lo
    mismo, ser ateo no debe identificarnos con un símbolo o una bandera, es
    simplemente todo aquello q esta por fuera de las religiones...no un grupo
    alternativo a las religiones, porque en última instancia....todos nacemos
    ateos!!

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  7. Muy de acuerdo con el último párrafo, no se trata de "expulsar" a nadie del  "movimiento" pues  el ateísmo no es una alternativa a las religiones -o al menos no debería serlo-  ni de ser pocos o muchos, se trata como se habló en el anterior congreso, de intentar en lo posible vivir sin dogmas, ni banderas, ni fanatismos del tipo que sean.

    En cuanto al resto, el Psicoanálisis es una seudociencia porque no aporta una teoría coherente de la mente, sus hipótesis jamás se han demostrado con estudios clínicos con los  protocolos científicos requeridos -doble o triple ciego-  y además  han sido falsadas por todos y cada uno de los estudios  serios que se han hecho, entra en contradicción con los estudios actuales del cerebro y la mente -por no hablar que va contra el simple sentido común-  y  porque sus defensores lo siguen  vendiendo como "científico" cuando no lo es en absoluto. Y lo más importante: porque no funciona, y somete a sus víctimas a caras e interminables sesiones de terapia que nunca darán resultado positivo alguno aparte del de  llenar los bolsillos del psicoanalista, claro.

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