sábado, 7 de mayo de 2011

El placer solitario de la Iglesia


“La semana pasada […] el antiguo papa Juan Pablo II fue beatificado, un paso importante en su camino a la santidad. Las ocupaciones y maquinaciones del Vaticano  a este respecto no son asunto mío, aunque me siento inclinado a aplaudir toda esa parafernalia sin sentido como un acto inofensivo de onanismo institucional, la clase de autosatisfacción  en grupo que brinda una salida inocua de energía y que, aun siendo improductivo, al menos no es dañina para el resto de nosotros. Si la masturbación es el epítome del sexo seguro, la beatificación —y presumiblemente la canonización también— representa su equivalente teológico: diversión limpia y sana.

1 comentario:

  1. Por cierto, siempre que veo fotos como esas, recuerdo cosas como esta:

    Mateo 21:12-14 “Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. Y vinieron a él en el templo, ciegos y cojos, y los sanó. “

    Una religión entera que no tiene el más mínimo ápice de coherencia interna con las cosas más básicas.

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